Memoria para los inocentes

 No pretendo enzarzarme en una estúpida, discusión de valores absolutos de un surrealismo foráneo, para ello ta ríos de tinta, basados en ríos de sangre, corren por doquier en papel y red.
 Pero si pedirte estimado lector, un pequeño esfuerzo de bondad reivindicativa, en las guerras como en la paz hallamos todo tipo de especímenes humanos, algunos carentes de conocimientos, otros de escrúpulos y los mas de necesidad de supervivencia, pero cuanta buena fe mal interpretada, cuanta inocencia arrebatada de susto, cuanta falta de conocimiento invocada a razones poco humanitarias.
 Es pienso noble y obligado dedicar unos minutos, a tantos inocentes sacrificados, en aras de supuestas libertades y grandezas patrias, ellos no tienen ninguna culpabilidad de su inútil sacrificio y si en justicia nos encomendamos, si todo el derecho a descansar junto a los suyos, en la paz de la eternidad, en el recuerdo de nuestra grandeza humana, y en el corazón de sus seres queridos.
 Lamento desde lo mas profundo de mi corazón, que la injusticia se adorne de victorias y señuelos, que se alejan de lo mas intimo de todo buen corazón, el derecho a una memoria digna podrá ser discutido por lo medios cavernidad, como la propia democracia o incluso los oficios de la bondad, pero ni una sola de sus razones alberga la mas mínima dignidad humana, pues parte de la falsedad del poder, arrebatado por la fuerza de las armas y la opresión de los pensamientos no conformes, o desacordes con tal brutalidad, impuesta desde bendiciones falsarias, y oraciones aproficas de la divina bondad.
 Ya se que esto no cambiara un mundo convulsionante por el placer de unos pocos y el sufrimiento de los mas, pero quiero en ello sumar, mi recuerdo mi compromiso y mi sinceridad, ya que al parecer la fuerza de las togas nos quiere arrebatar, no es el derecho el fruto del legislador, si no la armonía de los corazones de su pueblo, descansen en paz tan buenas gentes privadas de su verdad dignidad y sepultura familiar, sean los corazones puros, quienes juzguen la verdad, seamos pues ciudadanos del respeto en la paz.
 Podrán condenar togas uniformes y arbitrarios, pero sepan sus señorías, que no callaran la mas humilde verdad, de este pueblo que cada día encara la realidad.

  

La verdad tiene sentido

  En una etapa de tanta proliferación de falsedades y desidias interesadas, es cuando mas nos urge apreciado lector dirimir en la parte de lo posible, ludico y razonable esgrimir con el acierto de la punta del florete, este corazón latente, llamado verdad o certeza, fuente inequívoca de toda base de convencimiento.
 La verdad decía cierta filosofía induista es un prisma, el cual tras precipitarse en el terreno mundo, se fragmento en millones de millones, todo ellos de la misma forma i color, de tal manera que cada uno posee un fragmento de ella.
 No se si tal metáfora se puede entender como síntesis refractaria aceptable, yo por mi parte así lo asumo ya que las variables, las posiciones respecto a la luz y el calor, es indudable que nos dan muchas, honestidades de muy distinta definición, llegando incluso a lo inedito de ser en casos, absolutamente contrarias, las unas de las otras.
 Por ello no esta nunca de mas, que si se pretende alardear, de tolerancia y respeto, se tenga siempre presente, la faceta mas prohibitiva de fotones, respecto de nuestra perspectiva, completamente irradiada de luz, por ello un mínimo de reflexión ante nuestra antítesis, hará posible la aceptación mas razonable de nuestro entender a otro que es nuestro mas inalienable deseo de descripción.
 Con toda claridad quiero y puedo decir que cuando la pretensión se reduce a burda maniobra de complacencia, no tengamos la enmienda de la verdad en uso exclusivo, sin cavidad alguna para otra ponencia, pues no hablamos de verdad si no de adoctrinamiento interesado, por una sola verdad falsa y monopolista, que desajusta cualquier posible estructuración de dialogo y comprensión, hacia lo ajeno y desposeído.