jueves, 22 de diciembre de 2011

La decencia de no acaparar

   
    Alguien describió la cleptomanía, como enfermedad, compulsiva y arremetadora, pero también mucho antes se había dicho por algún encendido acaparador, " echa la ley echa la trampa". Es ello significante de que la desfachatez de apoderarse de lo colectivo, es sinónimo de gran inteligencia, ante un colectivo, carente de saberes y poderes, un argumental mi querido lector, con poca variable, ya que a la administración le ungen, poderes y le falta un mínimo de razonamientos colectivos.
   Este rasado tan perversamente desajustado, que permite a unos la mas extensa exquisitez de vida, ha consecuencia directa, de que otros carezcan de lo mas fundamental. Es visto históricamente como la causa, de las mayores confrontaciones, he incluso trasgiversaciones de la historia, la cual denota con ello el fin, de una etapa a través de sangrantes aconteceres, que fulminan a los cleptómanos del poder, nos sobran ejemplos que citar, en Roma. en Moscu o en París.
    La perversidad siempre acaba mal, no por los deseos de quienes la sufren, si no por las necesidades vitales, las cuales acaban, por trasportar a los mas, a un activismo estallante, consecuencia directa de la necesidad de supervivencia.
   Con lo expuesto pare mas que razonable, un planteamiento de justicia común, en el beneficio del común, denominador la paz y el respeto, entendiendo este modesto pensador, que no hay fuerza capaz de perdurar y mantenerse, pero si ideas y razonamientos cotidianos, engrande cientes de convivencias rotundamente positivas por la retro alimentación de la razón clara he incisa.
   En mi humilde sencillez te expongo, que el respeto ni se crea ni se destruye, se transforma cual todo manufacturado, en pieza de calidad, mediante la observación y corrección de defectos, viciados o también en una acumulación de desechables que, acaban por desencadenar su mas absoluta inutilidad.
    La gloria del poder si la hay, recia en escuchar comprender y aplicar, ello no es posible en circulo extremadamente limitado, se hace imprescindible la eliminación de círculos y la apertura de extensos llanos, de solvencia razón, de amplitud de mira, para perpetrar el respeto, cada día en cada acción, ante cada persona, si quieres respeto, comprensión debes contar, con el montante cotidiano, o esperar que iras encolerizadas, te extirpen cual residuo orgánico maligno.